¿Qué tipo de Hámster tienes?

sábado, 7 de mayo de 2016

CUIDADOS DE LOS HAMSTERS




Los hámsters pertenecen a la familia Mesocricetus. El tipo más común como mascota es el hámster Sirio, pero en la actualidad está aumentando el número de hámsters enanos en los hogares. 


Los hámsters Sirios son los más grandes de todos, es mejor tenerlos de a uno por jaula porque son muy territoriales y se pelean mucho, incluso hasta matarse. Los enanos son el hámster Ruso, el Roborovsky y el de Campbell; son mucho más sociables y, si se crían juntos desde pequeños, pueden convivir con otro de su misma especie. No aceptan bien la introducción de otro congénere cuando son adultos. Por último se encuentran los hámsters Chinos, que son de tamaño similar a los enanos, pueden llevarse bien con otro, pero esto no siempre ocurre. Nunca deben tenerse en una misma jaula hámsters de dos especies distintas. 


Los cuidados básicos de todos los tipos de hámsters son iguales. Lo primero es elegir uno que sea sano. Para ello debes empezar por mirar su estado general; debe ser activo, alerta y curioso. Como son de hábitos nocturnos puede que estén durmiendo cuando vayas a la tienda a escogerlos, pero de todos modos deben responder rápidamente al despertarlos (ten cuidado, pues pueden morderte si intentas tomarlos). El pelo debe ser brilloso y suave, los ojos y nariz, sin secreciones evidentes. Debe respirar sin esfuerzo y no debe tener la zona alrededor del ano húmeda ni sucia con deposiciones. Si alguno de los hámsters de la jaula no cumple con estas dos últimas condiciones, ten cuidado pues todos los que estén con él pueden haber estado expuestos a un agente infeccioso. 


Hábitat: hay tres tipos disponibles, los de reja metálica, los acuarios de vidrio y los módulos plásticos. Las de metal son muy aceptables, sobre todo si las varillas son horizontales, pues esto les permite trepar; evita las que tienen el piso enrejado que son incómodas para el hámster y más difíciles de limpiar. Los acuarios son apropiados para los hámsters enanos, pero no permiten una buena ventilación; hay que ponerles una tapa de malla para evitar escapes. Los módulos plásticos son muy atractivos y les permiten hacer mucho ejercicio, pero no están bien ventilados y pueden ser difíciles de limpiar. Los hámsters Sirios pueden ser demasiado grandes para los túneles. Es importante elegir bien el lugar donde poner la jaula. Debe ser un sitio tranquilo para que descansen durante el día, pero no tan aislado así pueden interactuar contigo al atardecer, cuando se despiertan. No debe estar sobre el suelo ni donde haya corrientes de aire o demasiada calefacción. 


Substrato: lo más habitual es usar viruta de madera. Si puedes consigue una de madera dura, pues las de pino o cedro emiten aceites volátiles que pueden ser irritantes. Si usas estos la jaula tiene que ser bien abierta y ventilada. Existen otras alternativas en las tiendas, como productos hechos a base de heno, de papel, pulpa de madera, papel y cartón reciclados. Cualquiera que escojas debe ser absorbente y no despedir polvillo, que puede afectar el sistema respiratorio de los hámsters. Coloca una buena cantidad de viruta en el fondo de la jaula para que puedan escarbar y meterse si quieren. 


Accesorios: necesitarás una casita, que puede ser comprada o fabricada en casa. Dale un material blando y suave para anidar. Puede ser papel tisú o un trozo de tela. Cámbialo cada vez que sea necesario. También habrá que proveerle algo para roer y masticar y una rueda u otro implemento para ejercitarse. Para que se divierta coloca juguetes en la jaula, como túneles de cartón, ramas para trepar, cubos donde esconderse y todo lo que te parezca que pueda interesarle. 
 
 
Para el agua lo más recomendable es una botella con pico de bolita (un bebedero), así se evita que se contamine. Puedes también usar un recipiente pesado, que no pueda volcar, y deberás renovar el agua todos los días. 


Alimentación: la base de la dieta debe ser un pienso comercial y/o una mezcla de semillas. Para evitar que escoja solo lo que le agrada y deje el resto, es mejor darle solo pequeñas porciones diariamente y dejar que coma casi todo antes de agregarle más. Además puedes proporcionarle algunas frutas y verduras frescas, semillas de girasol o maní en pequeñas cantidades. Ocasionalmente puedes darle algún gusano o grillo y heno para masticar. Evita totalmente los frijoles crudos, tomates, ajo, cebolla, chocolate, cualquier comida chatarra, con sal o con azúcar. 

MORDEDURAS DE LOS HAMSTERS 
Los hámsters tienden a morder cuando se los agarra mal, por eso es importante acostumbrarlos al manoseo desde pequeños. Así perderán el miedo y ya no intentarán defenderse. Si tenes niños, enseñales como agarrarlo sin lastimarlo y, sobre todo, vigila que no se caiga mientras lo tienen en sus manitos porque pueden resultar seriamente lastimados. 

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JUGUETES PARA HAMSTERS



Los hámsters son criaturas activas y juguetonas que necesitan espacio y elementos para divertirse, explorar y morder. Algunos pueden disfrutar de un paseo por el exterior en un sitio preparado para que sea seguro para ellos, pero de todos modos es necesario agregar algunos juguetes dentro de la jaula. 


Casi todos los hámsters se enloquecen con la rueda de ejercicios y la usan a diario, así que todas las jaulas deberían tener una. Es importante escoger una de tamaño apropiado, en lo posible que la parte por donde el animalito corre sea lisa y no con varillas, pues así hay menos posibilidades de que se lastime sus patitas. Una opción a la rueda es la bola de ejercicio. Se puede conseguir en dos formas; una que viene con un eje y pie, la colocas dentro de la jaula y funciona de manera similar a la rueda. La otra es la bola que se cierra y no tiene pie, pones al hámster dentro y lo dejas rodar por el suelo de la habitación sin preocuparte por que pudiera extraviarse. Cualquiera de los tres sistemas es muy bueno para que tu hámster realice todo el ejercicio que necesita. 


Todos los roedores tienen dientes de crecimiento continuo, por lo tanto hay que darles juguetes que puedan roer para mantener su dentadura en buen estado. La opción ideal son los juguetes para mascotas de madera. La madera no debe tener pesticidas, químicos ni aceites que puedan ser tóxicos (como el cedro y otras siempre verdes). Puedes usar ramas de cualquier árbol que tengas en tu casa o bloques y listones de madera del taller. En las tiendas puedes encontrar túneles, pelotas o anillos de sauce diseñados para conejos y roedores. 


Además de la madera también son útiles las cajas de cartón, en lo posible sin tinta, aunque no está realmente demostrado que les haga daño. Estas sirven tanto para roer como para esconderse. Puedes darle, por ejemplo, los tubos que quedan cuando se termina el papel de cocina o el higiénico. Normalmente los roerán, pero no debes preocuparte, solo cámbialos de vez en cuando. 


En las tiendas también puedes hallar una variedad de escaleras, casas y cuevas en distintos materiales. Si consigues de madera, cumplirán el doble propósito de servir para trepar y para roer, pero deberás renovarlas cuando las destruyan. También les gusta trepar por bloques apilados y si eres hábil puedes fabricar tus propias rampas y estructuras con cartón, madera o alambre, cuidando siempre que no pueda lastimarse. Una cáscara de coco puede ser un excelente escondrijo y con hilos de fibras naturales como el de algodón o el hilo sisal puedes crear sogas para trepar o redes para formar puentes colgantes y juguetes para mordisquear. Ten en cuenta que el hámster no pueda enganchar sus patitas o quedar enredado y lastimarse. 


Existe una gran variedad de casas y juguetes de plástico que a los hámsters les encantan. Solo debes cuidar que no trague trocitos de este material que no es digerible. Si lo hace, será mejor que los saques de la jaula para evitar problemas. Visita también la sección de juguetes para pájaros pues uedes hallar cosas muy interesantes y divertidas que pueden bien servir para hamsters. 


A los hámsters les encanta darse baños de arena al igual que a las chinchillas. Coloca un recipiente pequeño con arena fina o con polvo para baño de chinchillas y verás como se revuelca y frota todo su cuerpo para mantener su pelaje en buenas condiciones. También disfrutará de un recipiente más profundo con tierra esterilizada donde poder cavar y ocultar comida u objetos. 

Por último se venden también bloques de minerales para roer. Si a tu hámster le gusta puedes darle uno de estos, pero no son realmente necesarios y a muchos no les agrada. 

REPRODUCCION EN LOS HAMSTERS DORADOS



Si ya tienes un hámster es probable que te haya encantado esta pequeña criatura y quieras hacer que tenga unas crías. Antes de comprar la pareja, debes conocer algunos pormenores sobre la relación tormentosa entre machos y hembras de esta especie. 


Primero debes contar con todos los elementos necesarios, que incluyen cuatro jaulas con sus respectivos accesorios. Esto puede parecerte exagerado, pero los hámsters dorados son agresivos y la pareja no puede convivir. Apenas se han apareado debes separarlos en distintas jaulas para evitar que la hembra lo lastime o lo mate en una pelea. Las otras dos son para separar a las crías en dos grupos de machos y hembras, ya que a las 4 o 5 semanas ya son capaces de reproducirse. Como ves, es importante que ya tengas pensado desde antes que vas a hacer con los pequeños, pues la gestación dura solo 15-16 días y no es aconsejable que las crías convivan por mucho tiempo. Aunque sean hermanos lo más probable es que comiencen a pelearse. Recuerda que en la naturaleza los hámsters son animalitos solitarios que solo se reúnen para aparearse. 


La edad mínima que debe tener el macho es de 14 semanas, y la hembra, 10 semanas. El celo es difícil de detectar en la hembra. Usualmente se puede ver un moco filante en su vagina, pero esto es hacia el final del celo y puede no estar ya receptiva. Como las hembras entran en celo cada 4 a 7 días durante 1 día, lo que puedes hacer es llevarla a la jaula del macho (nunca a la inversa) al anochecer cada día y observarlos atentamente. Si ella no está en celo, intentará morderlo, entonces los separas inmediatamente hasta el día siguiente. En el momento en que ella esté receptiva ocurrirá la cópula, y apenas termine debes separarlos cada cual a su jaula. Cuando traslades a la hembra hasta el macho, hazlo en un recipiente para evitar tocarla y dejarle tu olor, pues esto puede traer problemas a la pareja. Hay una excepción en cuanto a la agresividad; los hámsters dorados "siameses" (blancos con la nariz y patas oscuras) y los de color crema son mucho menos agresivos y pueden llegar a convivir en forma permanente. De todos modos te conviene supervisar el encuentro amoroso para que ella no lastime a su compañero. 


Cuando la hembra está receptiva verás como la pareja se huele, se dan unos pequeños empujoncitos y corretean persiguiéndose por la jaula. Luego se paran sobre sus patas traseras, enfrentados, como si fueran a pelear, pero comienzan a lamerse y rascarse mutuamente. Después de varias repeticiones de este juego amoroso, la hembra se queda quieta, elevando su cola y ocurre el apareamiento, que dura solo unos segundos. Durante el día de celo esto se puede repetir varias veces, hasta que ella vuelva a mostrarse agresiva como siempre y termine el romance. Es conveniente que no haya comida en la jaula del macho durante el cortejo, así no se distraen ni pierden tiempo llenando sus abrazones. 


La gestación de los bebés dura tan solo 16 días. Durante ese tiempo debes procurar no estresar a la madre en lo más mínimo. Solo acércate para cambiar el agua y la comida y para quitar la materia fecal del rincón que suele usar de baño. Limpia la jaula y los accesorios y cambia todo el substrato antes del apareamiento para que todo esté preparado para la dulce espera. También necesitará abundante material para fabricar su nido, que puede ser trozos de telas o papel, pero no algodón ni otras fibras donde puedan enredarse y lesionarse sus patitas. Ella escogerá lo más blando y suave para tapizar el interior de la casa. Lo más apropiado para el nido es una casita de madera maciza, sin pegamento que pueda tener emanaciones tóxicas. Es conveniente que el techo pueda retirarse por si necesitas ver o retirar algo sin molestar a la madre. Este material es el mejor para mantener a la camada seca y caliente. El plástico no absorbe la humedad que se genera por la respiración de los hámsters y el interior de la casa se moja, dando frío a los pequeños. Es muy importante que la madre se sienta tranquila y segura en este período; no debe haber gente extraña observándola ni ruidos o movimientos a los que no esté acostumbrada. Si tienes un perro o un gato procura que no se acerque a la jaula durante la preñez y la lactancia de las crías. Una hembra preñada asustada puede abortar los fetos, y una madre puede comerse a sus crías si piensa que hay algún peligro para ellas. 


El canibalismo no es infrecuente en la cría de hámsters. Una de las causas es cuando la madre tiene menos de dos meses; ella está en plena etapa de crecimiento y no tiene capacidad suficiente para llevar adelante a las crías, amamantarlas y seguir creciendo, por lo tanto no es raro que se coma a sus cachorros como si fueran un buen plato de proteínas, así crecerá bien y estará fuerte para su próxima camada. 


El parto ocurre a última hora de la tarde. La hembra se pone muy inquieta, entra y saca materiales del nido haciendo las últimas preparaciones. En total todos los cachorritos nacen en el transcurso de media hora, y la madre lame y limpia a cada uno de ellos y les corta el cordón umbilical antes de que nazca el siguiente. Con sus lamidos le quita todo el líquido amniótico de la cara para evitar que lo aspire y lo estimula para que comience a respirar. Luego se come los sacos amnióticos y la placenta, de modo que el nido queda perfectamente limpio cuando el alumbramiento termina. No intentes ayudarla ni toques el nido desde 2 días antes y hasta 10 días después del parto. Cualquier olor extraño puede hacer sentir a la madre que hay un peligro inminente para sus crías y las matará cuando nazcan. 


Los pequeños nacen sin pelo, pero ya tienen bien formados sus incisivos, y comienzan a mamar apenas termina el parto. A los 5 días les empieza a crecer el pelo y la madre ya les lleva el primer alimento sólido, pero la lactancia continúa hasta los 21 días. A la semana ya tienen el cuerpo cubierto de un pelo cortito, pueden recorrer distancias de 15 cm y, aunque tienen los ojos cerrados, saben orientarse para regresar al nido. A los 11-13 días abren los ojos y ya pueden desplazarse por toda la jaula. A veces la madre los desteta temprano, a los 15-16 días. Esto no debe preocuparte, pues los bebés ya comen semillas y vegetales a esta edad. Solo asegúrate de darles una dieta rica en proteínas, como queso suave o gambas secas. Los platos de comida y agua deben ser bien bajos como para que ellos no tengan dificultades. 


A partir de los 21 días debes estar atento, pues la madre puede empezar a echar a sus crías del nido a mordiscones. Si es así, sepáralos a otras jaulas. A los 25 días ya debes retirar a los pequeños de la jaula nido y llevarlos, separando a machos de hembras, a la que será su nueva morada. Recuerda que a los 30 días ya son sexualmente maduros y pueden engendrar, aunque todavía son demasiado jóvenes y necesitan seguir creciendo para llevar adelante una nueva camada con éxito. 

COMO DETECTAR PROBLEMAS EN LOS HAMSTERS



Los hámsters naturalmente son atacados por unas pocas enfermedades. Los de pelo largo suelen ser más sensibles a enfermedades y a antibióticos que los dorados. 

Tal como ocurre con las personas y con otras mascotas, es muy importante detectar problemas de salud lo más tempranamente posible. Esto a veces se dificulta en los hámsters por sus hábitos nocturnos, por su pequeño tamaño y porque muchas veces sus dueños no los revisan en detalle. 

Si tienes un hámster debes estar muy atento a cualquier signo de enfermedad. Es una buena idea anotar la fecha de nacimiento, o de compra si no la sabes con certeza, y cualquier problema o acontecimiento que se haya presentado (por ejemplo un parto). Así no tendrás dudas a la hora de calcular su edad, sobre todo si tienes más de un hámster. También dónde lo adquiriste y, si lo sabes, el nombre y la dirección del criador. 

Observa primero el comportamiento de tu mascota. Muchas veces un hámster enfermo puede volverse irritable y morder; generalmente se mueven menos y cuando lo hacen se los nota rígidos o extraños en la marcha. Otro signo de enfermedad es que dejan de comer o comen mucho menos, en consecuencia es común que pierdan peso. En los casos de diarrea, se agrega la pérdida de líquidos, que puede llevar a una pérdida de peso aún mayor. 

Periódicamente revisa los dientes de tu hámster. Para ello tómalo con una mano y colócalo de espaldas, sujetándole el cuerpo. Con los dedos de la otra mano abre su boca tirando delicadamente de la piel bajo la mandíbula. Fíjate en los dientes, que si bien son largos, deben permitir una correcta apertura de la boca y que la comida pase sin problemas. 

Un problema frecuente en los hámsters es el sobrecrecimiento de los dientes. Estos lesionan la mucosa del paladar, que muchas veces acaba infectándose. Los primeros signos son la pérdida de apetito y el exceso de saliva. A medida que el problema se agrava, se empieza a notar falta total del apetito, pérdida de peso y un olor desagradable en la boca debido a las lesiones en la mucosa, que suelen infectarse. Si llegas a ver esto en tu hámster, llévalo al veterinario para que le corte los dientes crecidos y prescriba un antibiótico apropiado. Si el sobrecrecimiento se produce por una mala oclusión, deberás llevarlo a recortar los dientes en forma periódica. Si, en cambio, el problema es por falta de material para roer, solo debes ocuparte en adelante de proporcionarle juguetes de madera, troncos pequeños, nueces o maníes con cáscara, heno u otra cosa que se te ocurra. Luego observa si realmente los usa o no. Hay casetas para roedores hechas de madera o de otras fibras naturales que son muy buenas para ayudarles a limar los dientes. 

Cuando hagas la revisión periódica del hámster, no dejes de mirar: 

sus patas, pues a veces se producen pequeñas lesiones en la piel o los dedos que luego se infectan y forman abscesos. Esto es más frecuente en jaulas que tienen un aseo deficiente o que tienen solo piso de alambre, donde es fácil que se enganchen los dedos; a veces algunas varillas se oxidan y se forman bordes ásperos. 

sus ojos pueden verse sin brillo y hundidos, y muchas veces presentan algún tipo de secreción. 

sus orejas, pues una coloración azulada o demasiado roja son signos de distintos problemas. 

las bolsas de los carrillos buscando signos de inflamación, pues es frecuente que las llenen demasiado y luego no puedan vaciarlas. Este material se compacta e infecta y debe ser removido, a veces con una cirugía. 

su respiración; observa si lo hace normalmente o con alguna dificultad o sonido extraño. En animales normales la inspiración debe durar casi lo mismo que la espiración. 

sus mamas, en caso de que sea una hembra, para detectar mastitis o nódulos anormales. 

la piel y el pelaje para observar lesiones como costras, falta de pelo, masas, hernias y heridas. También presta atención por si ves parásitos externos. 

Si durante el examen encuentras algo que te parece anormal, lo mejor es consultar con tu veterinario. Aunque te parezca inapropiado, lleva al hámster en su jaula sin limpiar. Puede que el doctor quiera ver su materia fecal, el alimento, la botella de agua, o algo del ambiente que le de datos sobre el problema del pequeño. 

Una vez que te acostumbres, esta revisión puedes hacerla casi jugando, sin que sea molesta para el hámster. Cuando acabes dale alguna golosina para hacerla aún menos problemática. No te llevará más de unos minutos y es muy útil para detectar problemas apenas se presentan. 

Sistema nervioso


Los hamsters alimentados únicamente a base de semillas y que no hacen ejercicio a menudo desarrollan una parálisis de las patas traseras por enjaulamiento. En casos ligeros el animal puede mover sus patas, pero no puede soportar su propio peso. Los complementos con vitaminas D y E junto con un cambio de dieta y la posibilidad de que haga ejercicio son curativos en una a dos semanas. En casos graves la recuperación es incompleta. 

Sistema urinario


El 90% de los hamsters de más de 1 año desarrolla una enfermedad de los riñones llamada amiloidosis. Esto provoca una insuficiencia renal cuyos signos clínicos son retención de líquido en el abdomen (ascites) y edemas en el cuerpo. 

Sistema digestivo


Estos roedores están predispuestos a sufrir caries dentales, pudiendo formarse abscesos que causan salivación y falta de apetito. En estos casos es necesario extirpar el diente afectado. Al igual que en los ratones, también ocurre sobrecrecimiento de los incisivos. 
Las bolsas de los carrillos de los hamsters son muy distensibles y sirven para almacenar comida. En ocasiones el contenido de estas bolsas se compacta y puede infectarse. El veterinario seguramente sacará el material con unas pinzas, realizará un lavaje y te indicará si hace falta algún tratamiento más. 
La diarrea es una enfermedad grave en los hamsters. Los más sensibles son los que tienen entre 3 y 8 semanas de edad, y más de un 90% de los animales muestran signos clínicos y mueren. Se observan la parte baja del abdomen y la región de alrededor del ano manchadas con materia fecal, falta de apetito, deshidratación (falta de elasticidad de la piel) y postura encorvada. El abdomen con frecuencia se nota dolorido al tocarlo y puede ocurrir prolapso del recto.